Italia. Las 20 regiones

 


(I). Abruzzi. Mar y montaña.

https://www.youtube.com/watch?v=IkEsc5yJF18

Situada en la Italia central, acostada sobre el Adriático, con la capital en L‘Aquila - que es capital de la provincia del mismo nombre -, es un destino bastante desconocido para el gran público, pero de gran interés desde diversos pontos de vista.

Con una zona occidental montañosa, poseedora de tres Parques Nacionales, abundan - particularmente en las cercanías de su capital - las ciudades medievales y castillos. A modo de ejemplo, citemos la encantadora ciudad de Teramo.

Entre sus (adriáticas) playas destacaremos la de Vasto, en el Sur, Alba Adrática en la zona Norte y Silvi Marina, en la zona central.

Estando en Italia, no puede dejar de hacerse referencia a la gastronomía, destacando variedades típicamente regionales, como el brodetto di pesche - de pescado -, típico en los pueblos de la costa o el parrozzo - pastel con almendras y recubierto de chocolate -.

Vinos de fama son el Montepulciano, el Montonico y el Controguerra.

Entre las numerosas localidades que merece la pena visitar por su interés histórico y artístico, citemos a la Scanno, Penne, Lanciano y Sulmona.

Un pedazo de Italia que hoy recomendamos: Abruzzo.



(II). Valle d’Aosta. Incursión alpina.

http://www.youtube.com/watch?v=vuqlr4nDdgg

Ubicada en el extremo Noroeste del pais, fronteriza con Francia y Suiza, completamente dominada por una rotunda cadena montañosa, con un gran Valle central, al que se unen por ambos lados una serie de valles más pequeños, esta región italiana posee una serie de lugares de fama mundial.

Tal es el caso del espectacular Mont Blanc (Monte Bianco, fronterizo con Francia), la montaña más alta de los Alpes y de las más elevadas del continente, o del Parque Nacional Gran Paradiso. Sin olvidarse de la capital, la ciudad de Aosta (que tiene ruinas romanas y un interesante castillo), o, fronterizo con Suiza, del paso de Gran San Bernardo.

El aeropuerto más próximo para acercarnos a este destino es el de Torino, a poco más de 100 Km del centro de la región.

Con una evidente e inevitable vocación de turismo de montaña, un paseo en teleférico, la contemplación de los glaciares, detenerse en los miradores y refugios, son privilegios que se pueden disfrutar en estos lares como en ningún otro sitio. Eso sí, a poder ser, conviene elegir para las excursiones más de montaña días sin viento y niebla, lo cual no siempre es posible o, al menos, fácil.

Región muy apta para la prática del senderismo, especialmente recomendable el Valle de Valnontei, ubicado en el interior del Gran Paradiso.

Si queremos hacer una incursión en Suiza, el acceso con más encanto es el Puerto de Gran San Bernardo, a una altura de unos 2.400 metros, en el cual hay un hermoso lago y una Hospedería de monjes - que data del Siglo XI - y en el que son adiestrados los celébres perros “San Bernardo”.

Para apasionados de los Alpes, un lugar imprescindible: el Valle d ‘Aosta.

(III). Basilicata. El Sur también existe.

http://www.youtube.com/watch?v=NLWWhBeuh0k

Conocida tradicionalmente como Lucania, en el Sur de la Bota, bañada por el Tirreno, rodeada por la Campania, la Apulia y la Calabria, con una población que supera en poco el medio millón de habitantes y capital en Potenza - nombre de una de sus dos provincias, la otra es Matera -, esta región de la Basilicata, no demasiado conocida fuera de Italia, dispone de una serie de atractivos que la hacen una tierra amable y más que fascinante.

La Basilicata es, antes que ninguna otra cosa, una maravilla de la naturaleza, en la que abundan las montañas, los bosques, las selvas.

Como lugares especialmente atractivos, procede recomendar los Lagos de Monticchio (Lago Grande y Lago Piccolo), que ocupan los dos cráteres de Monte Vulture - hoy están inactivos -, y la costa de los dos mares que la bañan (Tirreno y Jónico).

En la costa Jónica concretamente, merecen especial mención las localidades de Policoro y Metaponto.

La joya de la corona de la Basilicata quizá sea Matera, ciudad que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y que se dice recuerda a la antigua Jerusalém.

Igualmente hay que hacer mención a la Costa de Maratea, que ocupa nada menos que 32 km y posee unos fondos marinos verdaderamente espectaculares.

La ciudad de Maratea (en la que es célebre su impresionante “Estatua del Redentor”), ubicada en el Golfo de Policastro, es otro de los destinos imprescindibles.

Muy especial referencia merece su gastronomía: el peperoncino rosso (pimentones), embutidos como la pancetta, los capicolli y los prosciutti, los raviolli alla potentita, los fusilli con le fave o los calzoncini - típicos de Matera -.

Un lugar de paz, de naturaleza, de montaña y mar. Una delicia de tierra: la Basilicata.

(IV). Calabria. Sabor del Sur de la “Bota”.

http://www.youtube.com/watch?v=bkq-ltC4rwc

Compuesta por las provincias de Vibo Valentia, Crotone, Cosenza, Reggio Calabria y Catanzaro (nombre también de la capital), en el extremo meridional italiano, separada de la isla de Sicilia por el Estrecho de Mesina, la región calabresa nos ofrece los más genuinos sabores, los más luminosos colores, el más típico ambiente del sur.

Con litoral jónico, pero también del Tirreno, disfruta de un intenso clima mediterráneo y posee una fastuosa naturaleza, con una costa abrupta y rocosa llena de misterio y que fue escenario de una historia en la que el concepto de crisol de civilizaciones cobra todo su sentido.

Referencia de la llamada “Magna Grecia”, las artes y los lugares de importancia histórica - llenos de encanto y misterio - están muy presentes en estas tierras: castillos y palacios, monasterios e iglesias, se multiplican en el territorio calabrés, que puede presumir de mantener antiguas y vivas tradiciones.

Como lugares notables que merecen una visita, citemos el “Museo Nacional” de Reggio Calabria - en el que pueden verse, entre otras cosas, los “Bronces de Riace” -, la Playa de Capo Vaticano o parques naturales como el de las Serre y del Aspromonte.

En el apartado gastronómico, los sabores calabreses son únicos; como productos específicos de esta tierra, baste citar las bruschette, la sardella, “cebolla roja” (dulce) de Tropea, y, por supuesto, la guindilla picante (peperoncino), presente en multitud de platos. Los vinos y aceites calabreses - que disfrutan de toda la luz y temperatura de este espacio mediterráneo - son también una delicia.

Sabor de la Italia meridional, puro color en un país esplendoroso: Calabria.

(5). Campania. Pasión de vivir.

http://www.youtube.com/watch?v=Aux6NqROn-w

Compuesta por las provincias de Salerno, Avelino, Benevento, Caserta y Napoli (nombre también de la capital), en el espacio (de la Italia meridional) que media entre la desembocadura del río Garigliano y el Golfo de Policastro, la Campania es otra joya más del sur del país de la bota que bien merece una visita.

Con un clima agradabilísimo, una costa llena de colores alegres y abundancia de calas y bahías, haremos unas cuantas recomendaciones en cuanto a lugares en los que vale la pena detenerse:

-Las islas del Golfo de Napoli: la célebre Capri, Procida y Ischia. Las pequeñas localidades costeras son un auténtico paraiso.

- El Vesubio y Pompeya.

- Por supuesto, Napoli, italiana hasta la médula, plena de los sabores y colores - y sonidos - que uno puede buscar en este país.

- Sorrento: ciudad que está acostada sobre un acantilado. Una verdadera maravilla.

- Caserta: particularmente su Palacio Real.

- La espectacular Costa Amalfitana: una caricia para los sentidos.

Una tierra lumninosa, alegre y viva como esta no puede por menos de ofrecer una gastronomía a su altura; las pizze napolitanas, la mozzarella de búfala, la deliciosa pastiera napoletana, los dulces sfogliatelle o el limoncello de Sorrento deben pasar por nuestra mesa. Vinos como el Fiano, el Solopaca o el Greco di Tufo también merecen ser catados.

Una delicia de destino. Pura Italia. Para empapar el espíritu de optimismo: la Campania.

(VI). Emilia Romagna. Perfume italiano.

https://www.youtube.com/watch?v=S8gOS0VEcfE

Integrada por las provincias de Rimini, Reggio Emilia, Ravena, Piacenza, Forli-Cesana, Modena, Parma, Ferrara y Bologna (que también es el nombre de la ciudad capital), en el espacio que media entre el Po y los Apeninos, en la mitad Norte de la Bota, lindante con la Toscana, tierra fértil donde las haya, la región de la Emilia Romagna nos ofrece un contraste entre montaña y mar en el que las artes y la historia son protagonistas incuestionables.

Con costa únicamente adriática - en el Occidente se acerca al Mediterráneo sin tocarlo - y un clima privilegiado, los colores de su paisaje, variables según la estación, son un espectáculo para la vista.

Lugar de origen de personajes tan geniales como Verdi o Fellini, esta tierra nos ofrece espacios maravillosos como los que a continuación se citan (sólo a modo de ejemplo):

- Bologna (la capital): llamada ciudad roja, sea por el típico color de sus edificios, sea por connotaciones histórico-políticas. La Torre de los Asnelli y la espléndida Basílica de San Petronio, por poner únicamente dos ejemplos, son referencias necesarias.

- Modena: con su Catedral románica.

- Dos ciudades Patrimonio de la Humanidad, como son Ravena (ciudad de los mosaicos) y Ferrara (una maravilla de aquella conquista de la humanidad que fue el Renacimiento).

- El “Museo Ferrari” (Modena), específicamente para amantes del automovilismo.

- Los centros termales de Bagno de Romana y Salsomaggiore.

- La ciudad de Parma, a la que se dedicará un artículo específico.

- Ferrara, con toda su historia, tan ligada al judaísmo italiano.

En el ineludible apartado gastronómico, hace falta una referencia relativamente amplia, pues es tierra de comer (y beber) excepcional: mortadella de Bologna, prosciutto parmesano, el mentón Grana, los tortellini y agnollotti, y la tarta salada llamada Erbazzone. El Lambrusco, el Barbera o el Gutturnio son variedades vinícolas que deben conocerse.

Perfume y sabor de Italia. Especialmente recomendable en cualquier estación esta amable región italiana de la Emilia Romagna.

(VII). Friuli-Venezia Giulia. Crisol mediterráneo

http://www.youtube.com/watch?v=1rH8JW1pU7A

En el extremo nororiental de la Bota, conformada por las provincias de Udine, Portodone, Gorizia y Trieste (este es también el nombre de la ciudad que ostenta la capitalidad), fronteriza con Austria y Eslovenia, Friuli-Venezia Giulia se acuesta sobre el Adriático en un entorno de altas cumbres montañosas.

Como espacios de alta montaña, hay que destacar los Alpes Giulianos y las Dolomitas Orientales. Pero, además de la excelencia de los espacios naturales, la región cuenta con ciudades y pequeños pueblos francamente interesantes:

- Gorizia, con su castillo medieval y su espléndido ambiente.

- Udine, también con su antiguo castillo.

- Pordedone, con su precioso Corso.

- San Daniele, con los excelentes frescos de la iglesia de San Antonio.

- Trieste, con su carácter ya centroeuropeo, y sus edificios neoclásicos al lado del Gran Canal.

- Aquileia, una de las grandes referencias del Imperio Romano, declarada por la UNESCO “Patrimonio de la Humanidad”.

En el plano gastronómico, cuenta con la especificidad de la influencia de la cultura centroeuropea y de la eslava. Como platos típicos se cuentan, entre otros, el prosciutto de San Daniele, el formaggio (queso) de Montasio, la “porcina” y la polenta.

Entre los postres, destacar los strudel y la gubana. Por mencionar sólo dos variedades de vinos, tenemos el Terrano y el Malvasia, disfrutando la región también de prestigio en la producción de grappa.

Un rincón de Italia verdaderamente interesante en el extremo nororiental.

(VIII). Liguria. Dolce vita.

http://www.youtube.com/watch?v=2yWK9lYZzrw

Integrada por las provincias de La Spezia, Savona, Imperia y Genoa - nombre, también, de la ciudad capital -, situada en el Noroeste de Italia, limítrofe con Francia, esta región nos ofrece una naturaleza rica y variada (a caballo entre el mar y la montaña), pero también una realidad cultural riquísima.

De Genoa, su capital, baste en este post con decir que se trata de ciudad abierta, amable, una república marítima (como en tiempos se decía) siempre moderna.

Una serie de lugares llaman poderosamente nuestra atención por su belleza: las Cinque Terre (las “Cinco Tierras”), Portofino, Santa Margherita, La Bahía del Silencio, Sanremo - ciudad de las flores y conocida por su festival de canción -, el Goldo de los Poetas, así como el del Tigullio y Paradiso, son todas ellas joyas marítimas. El Castillo medieval de Portovenere es otra importante referencia.

En el apartado gastronómico, mencionar el pesto, el buridda de bacalao, la tarta Pasqualina, los ravioli di borragine y sus aceites de oliva, destacando entre los vinos variedades como el Pollera Nera, el Vermentino y el Riviera di Levante.

La Italia más próxima. Una tierra amable. Un canto a la dolce vita. La Liguria.

(IX). La Puglia. Abrazo Jónico-Mediterráneo.

http://www.youtube.com/watch?v=hZ9QveW14Js

Integrada por las provincias de Taranto, Barletta-Andria-Trani, Lecce, Foggia, Brindisi y Bari (nombre de la ciudad capital), llamada el “Tacón de la Bota” por su ubicación geográfica dentro de Italia (meridional), esta región es, antes que nada, una verdadera maravilla de la naturaleza.

Si de la costa hablamos, debe hacerse referencia a la belleza de sus playas - de las más diversas tipologías -, destacando lugares como Sta Maria de Leuca, donde se abrazan dos mares (el Jónico y el Mediterráneo), el Gargano, las Islas Tremiti o la playa de Torre dell ‘Orso.

Otros espacios naturales dignos de reseñar son Altamura, Torre Guaceto y el Parque Nacional Gargano.

Con abundancia de castillos, en el terreno artístico merecen especial mención los trullos del Valle Itria (Alberobello es una maravilla), las artes barrocas de Lecce, el Castel del Monte - en Andria -, declarado por la UNESCO “Patrimonio de la Humanidad”, o San Giovanni Rotondo (en Foggia).

Entre los platos típicos de la región se cuentan las orecchiette, los mignuicchie, y los fenescecchie (por hablar de pasta) y el pescado preparado de las más diversos formas (marinado, crudo, en sopa, ……). Mención aparte merece el Pan de Altamura, los típicos dulces de Navidad, los excelentes aceites de oliva y sus magníficos vinos.

Donde el Jónico y el Mediterráneo se abrazan, bien vale la pena visitar este “tacón de la bota” que es esta región de la Puglia.

(X). Piemonte. Espíritu alpino.

http://www.youtube.com/watch?v=JEioQV30NQw

Integrada por las provincias de Vercelli, Verbano-Cusio-Ossola, Novara, Cuneo, Biella, Asti, Alessandria y Torino (nombre, también, de la ciudad capital), en el Noroeste de la Bota, rodeada por los Alpes, limítrofe con Francia y Suiza, esta región piemontina adquiere una notoriedad universal por poseer las montañas más altas del país, además de inmensos glaciares.

En el plano del patrimonio natural, son de referencia obligada cerros como los de Monferrato y Langhe, el Valle di Sussa y Monte Rosa (en la zona del Monviso). Es zona, lógicamente, de abundante práctica del esquí, siendo de las más conocidas las estaciones de Sestriere y “Vía Láctea”. Lago Maggiore y las islas Borromeo son destinos más que conocidos. Dignas de mención son también las tierras llanas de Vercelli y Novara.

En el plano histórico-artístico, por citar unos pocos nombres, tenemos los cascos históricos de Ivrea y Alba, los Sacri Monti y las residencias de los Saboia, así como algún centro termal, como es el caso de Vinadio.

Torino, como es conocido de todos, es la capital italiana del automovilismo; la presencia de la mítica FIAT no pasa desapercibida.

Hablando del aspecto gastronómico, especialidades locales son quesos como el gorgonzola de Novara o el semium de Biella, la truffa di Alba, así como gran variedad de dulces (los bombones de Torino, las galletas de Novara o las castañas confitadas de Cuneo). Vinos como el Barbaresco y el Barolo también deben ser citados, así como el célebre vermut torinese.

Genuina Italia alpina. Otro destino para no dejarlo pasar. El Piemonte.

(XI). Molise. La desconocida y pequeña belleza.

http://www.youtube.com/watch?v=faCsLrgTyeg

Compuesta por las provincias de Isernia y Campobasso (nombre, también, de la ciudad capital), esta piccola región italiana - ubicada entre los Apeninos y el Adriático, en el centro-sur italiano -, es una de las regiones menos conocidas del país, pero alberga también abundantes lugares que vale la pena conocer.

En el terreno del patrimonio natural, es necesario referirse al espectacular Parque Nacional de los Abruzzos, Lazio y Molise y a sus playas con aguas cristalinas y entornos de la típica vegetación mediterránea.

En la región son numerosos los pueblos con encanto, así como los castillos y yacimientos arqueológicos. Destacaremos los siguientes puntos de interés:

- Campobasso, con su célebre Castillo de Monforte y el Museu Provincial Dannitico.

- Scapoli, conocido como el “pueblo de la gaita”.

- Agnole, célebre por la fabricación de campanas.

- El casco histórico de Isemia, con una interesante zona prehistóricas en las afueras.

- Termoli, con su Catedral románica y su su Castillo Svevo.

- Yacimientos arqueológicos de Larino y Pietrabbondante.

Entre la cocina regional, reseñar la pasta de trigo duro, sus mentones mórbidos, la mozzarella de búfala o la pasta alla chitarra; notables son también su aceite de oliva y vinos como el Biferno.

Pequeña región de encanto. Rumbo al sur: Molise.

(XII). Sardegna: fascinante Italia insular.

https://www.youtube.com/watch?v=Yc4GcVhblDo

Destino hasta no hace mucho tiempo escasamente conocido y visitado por el turista ibérico, reúne, no obstante, la isla italiana de Sardegna un conjunto de atractivos y encantos que la hacen especialmente fascinante y sorpredente.

Se trata nada menos que de la segunda isla más gran del Mediterráneo, por detrás de la también italiana Sicilia. Situada a unos 400 Km de la Península Itálica, esconde las huellas históricas de unas tierras que fueron, como pocas, de paso de gran cantidad de culturas y civilizaciones: cartagineses y romanos, fenicios y bizantinos, genoveses e ibéricos o árabes, dejaron aquí su legado, su huella.

Espacio para la sorpresa, fuertemente azotado por el viento, podemos ver la nieve en el invierno del macizo de Gennargentu. Sobresale, no obstante, claro está, el carácter típicamente mediterráneo, con su clima privilegiado y maravillosas playas. El interior es montañoso, sinuoso, con sorprendentes lugares aislados donde el tiempo parece haberse detenido.

Especialmente recomendable es visitar los sitios arqueológicos de Domus y Monte d ‘Cola, así como el bosque petrificado de Marthis.

En el Sur de la isla se encuentra la capital, Cagliari, que cuenta con una inmensa playa y abundantes lugares de interés histórico y artístico. Con una población no excesivamente grande – unos 150.000 habitantes - resulta cómoda para visitar los lugares de más interés.

En la actualidad es muy factible encontrar vuelos al aeropuerto de Alghero a muy buen precio desde distintos aeropuertos.

Algo más, mucho más que sol y playa. Una delicia de isla en Italia: Sardegna.

(XIII). Veneto. Joya de Italia.

http://www.youtube.com/watch?v=Vx_J_7weeLc

Vicenza, Verona, Treviso, Rovigo, Padova, Belluno y Venezia (capital) son las siete provincias que conforman el Veneto, esta región del noreste italiano en la que desemboca el río Po, conformando un hermosísimo delta.

¿Qué decir de Venezia, ciudad absolutamente singular por su hermosura, asociada a la figura de Marco Polo y una de las ciudades más visitadas en el mundo por los turistas?. Su Plaza de San Marcos, sus islas y canales, sus góndolas, su Palazzo Ducale, su Carnaval, hacen mundialmente conocida - como sinónimo de belleza - a esta antigua República Marítima.

Aparte de esta ciudad, debe retenerse el nombre de estos lugares si elegimos como destino de un viaje esta región:

- Los centros termales de Abano y Teolo, por citar sólo dos;

- las villas de Palladio, extendidas en la Riviera di Brenta;

- la orilla oriental del Lago di Garda;

- los Dolomitas (alta montaña);

- la hermosísima Verona, donde Romero y Julieta protagonizaron aquella célebre historia contada por Shakespeare;

- Padova, con su excelente Jardín Botánico y la basílica del célebre San Antonio.

- El casco histórico de Vicenza.

En cuanto a comidas y productos típicos del Veneto, baste con citar el risotto de pescado con capesante, la Vicentina, la anguila estofada de Venezia o postres como los gallani de Carnaval o los fritelle. De entre los vinos, el Prosecco di Conegliano-Valdobbiadene (espumoso) y el bardolino disfrutan de prestigio.

Unas cuantas razones para conocer esta maravilla de la Italia Nororiental: el Veneto.

(XIV). Marche. Una belleza por descubrir.

http://www.youtube.com/watch?v=jKgcDE1Y19Q

Integrada por las provincias de Urbino, Pesaro, Macerata, Ferma, Ascoli Piceno y Ancona - nombre de la ciudad que ostenta la capitalidad -, ubicada en el centro de la Bota esta región de las Marcas es un hallazgo por descubrir para el gran público.

Acariciando el lado adriático de los Apeninos umbro-marquesanos, disfruta de espléndidas playas y un clima magnífico. Entre sus paisajes y espacios naturales, merecida referencia debe hacerse a la costa de Conero, el Parque Nacional de Monti Sibilini, las cuevas de Frasassi y el Valle de Esino.

De entre las ciudades con más encanto, con cascos históricos más que hermosos, especial mención merecen la de Ancona (en tiempos conocida como la “Puerta de Oriente”), Urbino - su casco histórico fue declarado por la UNESCO “Patrimonio de la Humanidad” -, la Fortaleza de Gradara y Ascoli Piceno - con su deliciosa Piazza del Popolo -.

De entre las festividades, reseñaremos el Carnaval de Fano.

En el terreno gastronómico son de fama la Acqualagna - plato con base en la trufa -, los vincisgrassi (pasta), un caldo de pescado llamado brodetto y el queso de oveja de Tallamello. Y en lo que se refiere a vinos, el Rosso Piceno y el Vincotto.

Una belleza por descubrir en el centro de Italia: Marche.

(XV). Trentino-Alto Adigio. La Italia montañosa y centroeuropea.

http://www.youtube.com/watch?v=SPw3tCaqckE

Compuesta por únicamente dos provincias (Bolzano y Trento, y estando la capital en la ciudad de este nombre), en el norte de Italia, fronteriza con Suiza y Francia, es caracterizada esta región por lo hermoso de su paisaje de montaña y la importancia histórica de alguna de sus ciudades, debiendo considerarse como típicamente centroeuropea.

Con la espectacular presencia de las Dolomitas - nombre tan asociado al ciclismo profesional -, las montañas cubiertas de nieve, sus lagos y valles, pueblos con mucho encanto, etc, conforman una naturaleza y un paisaje que conmueve.

Con una enorme abundancia de estaciones de esquí, la apariencia de fiordo que el Lago di Garda posee en esta región es un espectáculo digno de ser disfrutado. Abundan también los centros termales, entre los cuales haremos mención de Rabbi, Peio y Merano.

De entre sus monumentos y lugares de interés histórico y artístico, citar los castillos Roncolo y Tirolo, el santuario Madonna del Monte di Rovereto, Bolzano (ciudad donde se mezclan las culturas italiana y germana), Riva della Guarda y Rovereto.

Mención aparte debe hacerse a la ciudad de Trento, a la que dedicaremos un artículo específico, conocida por su importancia en la historia de la cristiandad (Concilio de Trento) y por su castillo del Buonconsiglio.

En el apartado gastronómico, son de fama el speck (jamón crudo ahumado), las manzanas y los canerdeli (plato típicamente tirolés y que en alemán se llaman knödel). Entre las variedades de vinos, citaremos dos: Pinot y Chardonnay.

Donde Italia se hace centroeuropea: Trentino–Alto Adigio.

(XVI). Umbria. Dulzura de la Italia central.

http://www.youtube.com/watch?v=YTcrUL8FwuI

Compuesta por sólo dos provincias (Terni y Perugia, siendo este último el nombre de la capital), le ofrece Umbria al viajero agradables sorpresas, con una naturaleza, un paisaje y una orografía delicados, un clima privilegiado y muchos otros atractivos.

Ubicada en la zona central de Italia, cuenta a Umbria con maravillas como la antigua ciudad romana Carsulae y el bosque petrificado de Dunarobba (en los dos casos, en la provincia de Terni). Merece reseñarse también el impresionante Lago Trasimeno y las cascadas delle Marmore en las cercanías de Terni.

Una serie de lugares llaman poderosamente a la atención del viajero. Citemos a algunos:

- La capital Perugia, ciudad rica en patrimonio artístico y arquitectónico y que cuenta con dos universidades y una intensa vida cultural.

- Asís, ciudad medieval a la que la UNESCO le otorgó el título de “Patrimonio de la Humanidad” y asociada para siempre con el nombre de un santo: Francesco. La tradición del Calendimaggio es digna de ser contemplada.

- Orvieto, con su Catedral y el “Pozo de San Patricio”.

- Spoleto, donde se celebra el Festival di due Mondi – Festival de los dos mundos” -, con una evidente proyección internacional.

- Gubbio, una ciudad que celebra su pasado medieval en eventos como el Pallio della Balestra.

En lo que se refiere a las delicias de la mesa, son de reseñar sus quesos de cabra y oveja, las trufas, las lentejas de Castelluccio di Norcia y su excepcional aceite. De entre los vinos - excelentes en la región - mencionar el Sagrantino di Montefalco y el Assisi Grechetto.

Una delicia de tierra. Otra joya de Italia. La Umbria.

(XVII). Sicilia. Eternamente fascinante.

http://www.youtube.com/watch?v=b3N7ik7Cw0c

Compuesta por las provincias de Trapani, Siracusa, Ragusa, Messina, Enna, Caltanissetta, Catania, Agrigento y Palermo (nombre también de la ciudad capitalina), separada de la Italia continental por el Estrecho de Messina, se trata de la isla más grande del país. Está rodeada por otras islas menores como Ustica, Lipari o Pantelleria.

Espacio tocado por hasta tres mares - Mediterráneo, Tirreno y Jónico - es una isla considerada con todo el derecho una maravilla y un mundo aparte desde muchos puntos de vista.

Le otorga, por ejemplo, un especial atractivo la presencia de volcanes, de los cuales sólo uno permanece activo. La belleza de su costa, con los espectaculares colores de los fondos marinos en muchas zonas, es otro dato reseñable.

Resulta complicado mencionar resumidamente los puntos de mayor interés de la isla. Intentaremos dejar unos datos básicos, a modo de referencia.

- El Etna, el volcán activo más grande de Europa. Cuenta con áeras protegidas como la de Nebrodi.

- Agrigento, una de las grandes referencias de la Magna Grecia, con una espectacular zona arqueológica. Mención aparte, por su interés, merece el llamado “Valle de los Templos”, en las cercanías del mar.

- Siracusa, ubicada en el Sureste del litoral siciliano, declarada “Patrimonio de la Humanidad”.

- Las ciudades barrocas del Valle de Noto.

- Las islas Lipari, archipiélago formado por siete islas más una serie de rocas e islotes, también reconocida por la UNESCO como “Patrimonio de la Humanidad”.

- En el espacio que media entre Catania y Messina, esa auténtica maravilla de la naturaleza cuyo mismo nombre tanto evoca: Taormina.

- Messina, con su hermosa Catedral.

- Palermo, la capital, ubicada en un Golfo - de su mismo nombre -, con fuerte influencia árabe en su arquitectura urbana, y en la que debe destacarse el barrio de la Kalsa. El Palacio de los Normandos y la Catedral (en el casco histórico) son otras dos referencias básicas.

Los sabores genuinamente sicilianos también deben ser experimentados. Destacan los platos que tienen como base la berenjena, así como el cuscús, el atún o el delicioso pez-espada. Referencia de la cocina mediterránea, sus naranjas e higos, así como las uvas y muy especilamente los aceites, son una auténtica delicia. Con variedades específicas de quesos como el pecorino y el ragusano, destacan los vinos de Trapani y Marsala.

Un paraiso para disfrutar en medio del Mediterráneo: la italiana isla de Sicilia.

(XVIII). Toscana. Simplemente mágica.

http://www.youtube.com/watch?v=lHgFexkXNyU

Situada en la zona central de Italia, al Norte de Roma, e integrada por las provincias de Siena, Prato, Pistoia, Firenze (nombre de la ciudad que es la capital), Arezzo, Livorno, Grosseto, Massa, Pisa y Carrara, la Toscana es conocida mundialmente por su belleza, por las buenas sensaciones que transmite, por la paz que inspira.

Referencia turística a nivel mundial, es más que conocida la hermosura de su paisaje, y la tonalidad de sus colores en las diversas estaciones del año. Siendo imposible resumir en un breve artículo todo aquello que es digno de visitar en la región, nos detendremos en algunos de los atractivos que consideramos esenciales.

- Evidentemente, por encima de cualquier otra sugerencia, la ciudad de Firenze, elemento de primer orden para entender lo que el “Renacimiento” fue. Asociada por derecho propio al nombre “Medici”, y declarada por la UNESCO “Patrimonio de la Humanidad”, la ciudad en sí es una obra de arte al aire libre. Por citar sólo unos pocos lugares, Gallería degli Uffizi, el Palazzo Vecchio, Lungamo, el célebre Ponte Vecchio, Santa Maria Novella o la Catedral, son verdaderos santuarios de la hermosura urbana.

- Pisa, con su famosa Torre inclinada, integrada en la Piazza dei Miracoli, igual que otros monumentos.

- Siena, otra maravilla, también protegida por la UNESCO, con el célebre Pallio, que se celebra en la Piazza del Campo.

-Pienza, creada por el pontífice Pío II con la vitola de ciudad ideal.

-Arezzo, otra maravilla, popularizada por que fue rodada allí la célebre película La vida es bella.

-San Gimignano, un pueblo fantástico que nos retrotrae al llamado Medioevo.

- Pitigliano, apodada La piccola Gerusalemme ("La pequeña Jerusalém").

- En la costa, Livorno, con sus canales, recordando la Gran Venezia.

-Espectaculares espacios naturales, como:

* las islas del Archipiélago Toscano, una joya por su vegetación, el color de las aguas y lo fascinante de sus fondos marinos;

* la laguna de Orbetello;

* el Golfo de Baratti;

* los llamados “Alpes Apuanos”;

* el hermosísimo Valle d ‘Orcia.

– Igualmente hay que mencionar localidades termales como Montecatini y Bagno Bignoni.

Los sabores de la Toscana son también de los que quedan en la memoria. La sopa llamada ribollita, el Cacciuco (pescado), el bistec a la fiorentina, o el castagnaccio (pastel de castañas), son dignos de ser disfrutados. Por derecho propio, la Toscana tiene la fama de producir los mejores vinos de Italia; tal es el caso del Chianti o el Brunello de Montalcino, con una varidad de vino dulce al que llaman Vin Santo.

La Toscana: poco más que decir. Viaje de los imprescindibles.

(XIX). Lombardía. Elegancia del Norte.

http://www.youtube.com/watch?v=YHyCZcDQ1fY

Con la capital en Milano e integrada por 12 provincias (Varese, Sondrio, Pavia, Monza e Brianza, Bergamo, Brescia, Como, Cremona, Lecco, Lodi, Mantova y Milano), se trata de una de las regiones más amplias y prósperas del país.

Ubicada en el Norte, haciendo frontera con la Svizzera, es tierra (al Norte) alpina, destacando Valcamonica y Valtellina. Para poder contemplar otro tipo de paisajes es destacable la zona vitivinícola de Franciacorta. La llanura Padana o los tres grandes y espectaculares lagos (Maggiore, di Garda y Como, rodeados de villas y localidades que transmiten una belleza sin igual) son otras tantas referencias necesarias en tierras lombardas.

De Milano, su capital, merecen una visita, además del espectacular Duomo, el Castillo Sforza, San Ambroggio, el Teatro della Scala, la Galleria Vittorio Enmanuele y el Estadio de San Siro (o Giuseppe Meazza). Ciudad que cuenta con metro, es fácilmente caminable, por llana.

Una de las ciudades más sorprendentes, por rotundamente hermosa, es Bergamo, una auténtica delicia, recomensable absolutamente como lugar a visitar. Monza (con su Catedral y su “Autódromo”), Cremona (ciudad de los luthiers y cuna del Stradivarius), Lodi - con casco medieval -, Como o Mantova (declarada patrimonio por la UNESCO) son otros tantos puntos de gran interés.

En el apartado gastronómico, resaltar como productos típicos los lavarelli (pescado), los tallarines llamados pizzocheri, la cassoeula, los quesos mascarpone y grana y dulces de Navidad como el turrón de Cremona o el panettone de Milano. Destacando entre los vinos los espumosos de Franciacorta, además del Grumello y el Inferno.

Ciertamente, una región que vale mucho la pena conocer: la Lombardia.

(XX). Lazio. Las tierras de la “cittá eterna”

https://www.youtube.com/watch?v=Njf-WHXuXDg

Integrada por las provincias de Viterbo, Rieti, Latino, Frosinone y Roma, y con capital en la cittá eterna - en tiempos cittá aperta -, ocupando el centro de Italia, bañada por el Tíber y asomada al Tirreno, esta región del Lazio está marcada claramente por tener la joya de la corona nacional, la capital de todo un Imperio, el “epicentro” de toda una civilización.

Nada de novedoso se puede decir de la ciudad a la que, dicen, “conducen todos los caminos”. El Colloseo, la Vía de los Foros Imperiales, y particularmente el llamado “Foro Romano” - un espectacular “paisaje arqueológico” – no pasan desapercibidos para nadie.

Como también es el caso, de la Bocca della Veritá, los Museus Capitolinos y el Teatro Marcello. Plazas como la di SpagnaNavona (maravillosamente viva), FarneseVenezia, así como la mundialmente célebre Fontana di Trevi, son de una belleza simplemente conmovedora.

Una visita al Vaticano - con la imponente Piazza di San Pietro y la Capilla Sixtina -, parándose previamente en la zona de Trastevere - quizá de las más genuinas y especiales - también parece obligada. Así como deleitarse con un paseo a las orillas del Tevere (Tíber) - del cual emerge alguna isla -, Villa Borghese y el Castel de Sant ‘Angelo. Acercarse a las catacumbas, visitar Ostia - el verdadero “puerto de Roma” – y ya en las afueras Castelli Romani o Villa Adriana (“Patrimonio de la Humanidad”) son otros tantos lugares que no debenos perdernos.

Además de Roma, que tiene el referente de las Termas de Caracalla, la ciudad de Tivoli (con sus esplendorosas villas “Patrimonio de la Humanidad”) es otro espacio termal digno de mención. En la costa, los grandes puntos de referencia son la isla de Ponza y San Filipe Circeo, mientras que cuenta con dos hermosísimos lagos: el Bracciano y el de Bolsena. El Parque Nacional Circeo es otro lugar también delicioso.

A la hora de ponerse a la mesa, los spaghetti alla Amatriciana y alla carbonara, la saltimbocca alla romana, la porchetta, las olivas negras de Gaeta y las castañas de los Montes Cimini son delicias que bien vale la pena degustar. Los vinos de los Castelli Romani son un perfecto acompañamiento.

Fin del viaje a la Bota. Hoy estuvimos en el Lazio, la tierra de la cittá eterna. A ella conducen, solía decirse, todos los caminos.

Imagen: Pixabay.


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