Hanna Arendt y otras/os

 


1) Cuando Hannah conoció a Rosa.

Vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=OK9abp9VvmY&w=560&h=315

Un magnífico libro de Hanna Arendt: “Hombres en tiempos de oscuridad”. Lúcido como siempre lo fue (y lo es) su autora: aquella judía alemana irreverente, y en ocasiones imtempestiva, emigrada en los USA. Una auténtica guía para interpretar el Siglo XX.

Disociada siempre (o casi siempre) de la acción política - o, tal vez mejor, partidaria -, la politóloga (y más que eso) de Hannover tenía, de todos modos, una ligazón muy personal (casi íntima) con el espartaquismo, por la participación en dicha corriente política de su madre, entre otras personas unidas a ella.

Dirigidas por Margaret Van Trotta, dos films - sobre cada una de ellas, Rosa y Hanna, – vienen a hablarnos de las analogías de dos mujeres imprescindibles para captar el Siglo finiquitado. Las dos, por cierto, son interpretadas por la misma actriz: Barbara Sukowa. Ver:

1) https://www.youtube.com/watch?v=lxf-Yc55tT4 ;

2) https://www.youtube.com/watch?v=OK9abp9VvmY

La políglota judía polaca intentó abrir una vía en la izquierda política que eludiera el conformismo de la socialdemocracia y el despotismo en que – y ella ya lo veía – derivó lo que fuera el bolchevismo. Aún estamos a la espera …. la mediocridad y la oscuridad han, claro, predominado sobre la luz. Una concepción absolutamente “abierta” del partido, concebida (de verdad, más allá de retóricas a la moda) cómo herramienta o instrumento, absoluta ausencia de ascetismo, misticismo y sublimación del Partido - así, con mayúsculas -.

Arendt viene a resaltar aspectos de la vida y pensamiento de la espartaquista más que destacables: el odio por la carrerismo, por el aparatismo de los políticos profesionales – que acaban por confundir sus intereses con la agenda política central de la organización de la que forman parte -; no considerar los principios políticos un catecismo, al militante como un creyente, al partido como una iglesia, no confundir el compromiso con la fidelidad, la consciencia con la propaganda … hacer prevalecer la Autoridad sobre el Poder en la acción política. La lucha, en definitiva, por una democracia mejor, más participativa, no por la supresión de las libertades. “La libertad sólo para los que apoyan al gobierno, sólo para los miembros de un partido (por numeroso que este sea) no es libertad en absoluto. La libertad es siempre y exclusivamente libertad para quien piensa de modo diferente”, dice.

La revolución de Luxemburgo es la de la libertad y la de la radicalización de la democracia.

Pero el libro es, sobre todo, en lo que respecta a la figura de Rosa Luxemburgo, un canto a su belleza moral. Sería un placer ver a estas dos mujeres conversando. En yiddish, tal vez. Sería un lujo.


2) Hannah y Walter, el amigo reencontrado y después perdido.

Publicado en la web de la comunidad judía de Milano, MOSAICO (www.mosaico-cem.it) el 7-12-2017. Traducido por Administrador. Texto original aquí: https://www.mosaico-cem.it/cultura-e-societa/libri/hannah-walter-lamico-ritrovato-perduto

MARINA GERSONY

Jacques Riviére, a propósito de Proust, aludiendo quizá a sí mismo y a su incapacidad de cambiar sus condiciones de vida, que se habían convertido en dañinas. “Con la precisión de noctámbulo – anotó la amiga Hannah Arendt -, fue cada vez conducido por su ineptitud hacia el lugar en que se encontraba o habría podido encontrarse el centro de una desgracia”. Genial, ecléctico, visionario, singular, desordenado, prolífico, metafísico, complejo, destructivo y probablemente desafortunado, la personalidad, la obra y la vida precaria del filósofo alemán continúan siendo objeto de estudio a pesar de que ya han sido ampliamente investigadas. ¿Quién era en realidad este pensador poliédrico y escritor asistemático que se había ocupado de epistemología, estética, sociología, misticismo judío y materialismo histórico? Hannah Arendt era probablemete la única que podía dar una respuesta a esta pregunta. Con Benji, así llamaba al amigo, había entrado en contacto en la última fase de su vida. Lo había conocido y frecuentado en París, en los años de exilio de la Alemania nazi, antes de que se suicidase en 1.940 en Portbou, en la frontera franco–española, mientras buscaba huir de la Gestapo. En el libro El ángel de la historiafirmado por Benjamin y Arendt, editado por “Giuntina” se recogen textos, cartas privadas, testimonios y la versión original del conocido ensayo sobre Benjamin escrito por la misma filósofa y publicado en otra ocasión en 1.968 en la revista “Merkur”. Todo este material de notable valor documental recogido en una secuencia organizada, restituye una imagen más precisa de Benjamin (con el cual el lector tiende a simpatizar) y cuenta las relaciones tortuosas entre los varios protagonistas de la época (Arendt, Gershom Scholem, Brecht, Rosenzweig, Luckács, Bloch, Adorno, Horkheimer y aun otros); relaciones controvertidas, entre entusiasmos y antipatías, que alternan momentos de comprensión con momentos de mezquindad, rencores, enfrentamientos, insinuaciones, críticas, golpes bajos y acusaciones. Pero sobre todo emerge la voluntad de revancha de la Arendt, que no quería solo presentar una dimensión descuidada del pensamiento de Benjamin, sino también el deseo de vengarse de los daños causados a su protegido por los supuestos amigos que de hecho de algún modo lo habían traicionado, o mejor, realmente lo habían apoyado y ayudado poco. Un libro que, entre otras cosas, hace reflexionar mucho sobre relaciones de fuerza, sutilmente feroces, (des)honestas y ambiguas entre seres humanos ….

Otro libro interesante ha salido estos días sobre Hannah Arendt, cuya vida es como un cilindro del que continúan saliendo curiosidades, acontecimientos ignorados, viajes y amistades. Como la que la unía con Leni Yahil, historiadora israelí de origen alemán y estudiosa de la Shoah, emigrada a Palestina en 1.934. En la primavera de 1.961, Arendt se había desplazado a Jerusalém como enviada del “New Yorker” para seguir el proceso Eichman. En aquella ocasión conoció a Leni Yahil. Nació una amistad que sin embargo nunca tomó vuelo verdaderamente por una diferente Weltanschauung*. El libro “L’amicizia e la Shoah”**, hasta ahora inédito en Italia y publicado por la casa editorial bolognesa EDB, recoge la correspondencia entre la filósofa alemana y la historiadora israelí. Se trata de un intercambio epistolar encendido y disonante que habla a las claras de las diferentes sensibilidades y concepciones del mundo de las dos mujeres en relación con algunos relevantes temas, uno de los cuales era la pertenencia a un pueblo y la relación entre politica y religión. En 1.963, después de la publicación de los artículos sobre el proceso Eichmann, reunidos a continuación en el famoso libro “La banalidad del mal”, de la Arendt, la relación entre las dos potenciales amigas se deterioró definitivamente por algunas divergencias, hasta interrumpirse bruscamente para ya no retomarse, a pesar de un intento de Leni Yahil de hacer revivir la correspondencia ocho años más tarde. En aquel momento la amistad entre ellas era comprometida: las polémicas y las discrepancias suscitadas por el proceso Eichmann, que condenó al jerarca nazi a muerte por genocidio, y el controvertido libro de la Arendt, pusieron la palabra “fin” a lo que habría podido ser una gran amistad.

Imagen: Pixabay.


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