Amores imposibles

 

Podría citarse a Benedetti (méritos hizo), pero hoy nos quedamos con Cortazár.
Todo lo mejor (supongo) es casual. Pero también (lo creemos, lo queremos) imperecedero. De la misma manera que Nietzsche, en su Introducción a Ecce Homo - en alusión a la vida - dejó dicho “lo que en él había de vida está salvado, es inmortal”.

Las palabras de Cortázar expresan un lenguaje fuerte:

“Y debo decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentaré olvidarte, y que si lo hiciera, no lo conseguiría. Que me encanta mirarte y que te hago mío con solo verte de lejos. Que adoro tus lunares y tu pecho me parece el paraíso. Que no fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento. Pero que te quise, y que te quiero, aunque estemos destinados a no ser.”

Alguien dijo (hay quien lo atribuye a Bukowski y quien lo atribuye a un anónimo ecuatoriano, aunque anónimos no somos nadie) algo que nos habla (quizá) del desamor. Solo quizá. Pero es seguro que expresando un deseo. Tal vez, en el fondo, también de la inmortalidad.

“Ojalá algún día coincidamos en otras vidas, ya no tan tercos, ya no tan jóvenes, ya no tan ciegos ni testarudos, ya sin razones sino pasiones, ya sin orgullo ni pretensiones, ojalá. Y es que tenemos la mala costumbre de querer a medias, de no mostrar lo que sentimos a los que están cerca, tenemos la mala costumbre de echar en falta lo que amamos, solo cuando lo perdemos es cuando añoramos. Tenemos la mala costumbre de perder el tiempo, buscando tantas metas falsas, tantos falsos sueños. Tenemos la mala costumbre de no apreciar lo que de verdad importa, y solo entonces te das cuenta de lo que de verdad importa.”

Y al desamor (a criterio de quien escribe) es difícil cantarle mejor que lo hizo Emmylou Harris, una de esas voces que de verdad conmueven. Que gire el disco, pues.

El vídeo (la canción) está aquí:

https://www.youtube.com/watch?v=fQiaY1cuZjs

Imagen: Pixabay.